sábado, 28 de marzo de 2015

De ser histórico a ser insuficiente

Recuerdo el Croacia-Turquía del verano de 2008, una noche fiestas en las calles de mi pueblo que quedarían en algo diminuto en comparación a la celebración turca en las de Viena. Recuerdo que era el duelo entre Slaven Bilić y Fatih Terim. No sé cuánto vi en directo, pero recuerdo el espectacular desenlace que daba a los turcos su mejor resultado histórico en la competición. Son de los primeros recuerdos futbolísticos que tengo de Turquía, los únicos en una Eurocopa porque sus otras dos me pillaron con apenas unos meses y con tan sólo cuatro años. Y pese a estar a unos minutos de hacer historia, Turquía se complicó este sábado conseguir que el verano que viene no queden solas esas memorias. 

Hiddink llegaba exigido por los problemas que estaba teniendo la que hace unos meses había sido tercera en la Copa del Mundo. Tenía un duelo directo por mantener la plaza que da acceso a la repesca y no permitir que los dos primeros de grupo se siguieran distanciando. Con las significativas bajas de Robben y Robin van Persie, Hiddink dispuso un 4-3-3 contra el 4-4-1-1 turco que le dejaba la iniciativa. Los Países Bajos salían desde sus centrales, que no encontraban forma de romper alguna línea, acababan cruzando la línea del centro del campo conduciendo, alguna vez se la daban al pivote, Nigel de Jong, que no es precisamente un prodigio para iniciar el ataque posicional, otras veces miraban hacia los costados. No tenía vía clara la Oranje hasta que encontró profundidad con Blind y Depay, entonces Sneijder, con diferencia el más áctivo y que más se ofrecía de los dos interiores, quiso juntarse con ellos y cuando él y el del PSV conectaban con precisión alcanzaban otro ritmo difícilmente defendible para sus rivales. Pero el gran trabajo de los visitantes los acabó frenando. Gökhan Gönül, el capitán, estuvo muy pendiente de Depay, Topal, como İnan con Wijnaldum en el otro sector, era el encargado de Sneijder, Töre no desentonó en el trabajo defensivo y Aziz salía en la ayuda si alcanzaban altura. Fue de lo único que sacaron disparos los neerlandeses, pero poco les duró el recurso de la banda izquierda y poco provecho le habían sacado. En el extremo opuesto, Afellay iba hacia dentro y hacia fuera intentando agitar el partido, pero fue escasa la ayuda de un discreto Wijnaldum. Consiguieron varios centros, pero sin encontrar a Huntelaar, que intentó recibir por dentro en ocasiones porque ahí no pisaba esa zona de la mediapunta su equipo, pero Aziz estaba rápido y atento para que no estuviera cómodo. El fantástico trabajo defensivo de Turquía tardó unos cuantos minutos en ver complemento atacante, hasta un par de proyecciones de Erkin que dieron profundidad. Una acabó con disparo de Burak Yılmaz salvado por Martins Indi, y el punta del Galata empezaría a ser un incordio para los defensas. Luchaba cada balón que se le acercaba, dejaba la posición de referencia, caía a la izquierda, que era donde acumulaba más balón Turquía, pero la derecha sería desde donde vería llegar el balón con el que acabaría poniendo la ventaja en el marcador.

Disposiciones inciales

El equipo de Hiddink estuvo espeso, plano, necesitado de profundidad. El exseleccionador de Turquía introdujo con el comienzo del segundo periodo a un extremo, Narsingh, quitando a un interior y poniendo a otro extremo en esa posición. Afellay no solucionó los problemas del ataque posicional. La concentración y solidez turca no la reducía el pase de los minutos aunque fuera apareciendo el cansancio en forma de molestias físicas, pero por fortuna para los aficionados que sufrían en el Amsterdam Arena, no había una producción ofensiva que hiciera temblar a Cillessen. Burak seguía sacando alguna falta cuando entraba en juego pero no había peligro. Prácticamente ni local porque no había plan claro, Narsingh no desbordaba por fuera, la izquierda, donde Ozan Tufan fue acercándose retrasando más su posición para sumar una ayuda más, segúia bien cubierta, y acabaron colgando algún balón al área que no intimidaba. 



En lugar de intentar meter algún jugador que aligerara la posesión como Clasie o Klaassen, Hiddink optó por incrementar la artillería atacante con la entrada de Bas Dost, delantero, por el mediocentro posicional, quedando un extremo y un mediapunta como últimos hombres del centro del campo. Las circunstancias y el tiempo exigían medidas arriesgadas. Acababa de entrar el talentosísimo Çalhanoğlu, que se sumaría a las exigencias defensivas recorriendo la banda. El delantero centro del Wolfsburg aportaba en los balones al área que se intensificarían. Pero la mejoría no aparecía. 


La última carta que Guus puso sobre la mesa fue Jetro Willems, ofensivo lateral izquierdo, centrando a Blind. El de Róterdam tardó poco en aparecer en el área para rematar mal un centro de su compañero de equipo Luciano Narsingh. Los problemas musculares recurrentes acabaron sacando del campo a Aziz y a Burak, por el que entró Kazim Richards, jugador de la Eredivisie que volía a representar a su país 4 años después. Turquía era definitivamente un 4-1-4-1 con el mediapunta Çalhanoğlu como hombre más adelantado, permutando unas pocas veces con los jugadores de banda. Entre él y Töre -reencontrados en esta convocatoria tras problemas personales que mantuvieron a Hakan varios meses fuera de la selección- combinaron para dar minutos a los suyos en campo contrario y acercarse a la portería contraria. Países Bajos sólo consiguió empujar al contrario a los últimos metros con la llegada de los 6 minutos de descuento. Y acabaron siendo importantes los cambios. De nuevo centro de Narsingh que llega a Willems, ahora deja y Sneijder suelta el disparo que desvía uno de los cuerpos que tenía por delante, haciendo que Babacan no pudiera pararlo, como había hecho con todo hasta ese momento. La floja Oranje la tuvo justo después en los pies de Depay para llevarse 3 puntos.


Son 35 victorias en 39 partidos desde la última derrota en casa de los Países Bajos en una fase de clasificación. Fue en el 2000. Aún no ha vivido una en el camino a una Eurocopa, 43 partidos ganados y 10 empates. Una Turquía que venía lejos de su mejor momento, con algún problema interno hace no mucho, con resultados futbolísticos alarmantes, sin su estrella Arda Turan, estuvo a 4 minutos de ser la primera selección en conseguirlo, pero ahora se queda en una situación delicada y ve reducidas sus opciones de clasificación. No llegará a ser recordado este partido de Turquía como aquel de cuartos de final de hace casi 7 años, pero muy cerca estuvo de ser histórico.

viernes, 27 de marzo de 2015

Con la libertad de las estrellas

Liechtenstein pertenece a ese grupo de selecciones que cuando se sortean los grupos de una fase de clasificación esperamos que acaben siendo últimas de grupo, que una sola victoria les daría motivo para una gran celebración y que en ocasiones terminarán con más goleadas recibidas que puntos sumados. Liechtenstein es el segundo país más pequeño de Europa con selección y el único miembro de la UEFA que no tiene liga propia, sólo una competición europea que disputan los diferentes equipos de los 7 clubes liechtensteinianos, que juegan en las divisiones del fútbol suizo. Liechtenstein venía de lograr su segunda victoria en una fase de clasificación, de Eurocopa o Mundial, en 7 años. Pero recibía a la clara líder de grupo, la disfrutable y prometedora Austria de Marcel Koller.


El partido, como se podía esperar, fue dominado por los visitantes de principio a fin, con la iniciativa en todo momento y pasando bastantes más minutos en campo contrario. Pero Koller no mantuvo su formación durante los 90'. Desde el comienzo tuvo impacto dónde se colocaba Alaba. David Alaba empezó como primer receptor del centro del campo, a la altura del círculo central, con Baumgartlinger a su derecha y unos metros por delante como interior más liberado. Liechtenstein se plantaba en 4-5-1 pero no presionaba a la estrella de Viena, que no tenía problema para levantar la cabeza y soltar un pase que rompiera una línea y encontrara a un compañero, especialmente peligroso podría ser el que conectara con Junuzović. También Janko se movía para asociarse con sus compañeros y Arnautović ya había apareicido. Alaba organizaba el ataque desde la base dejando muestras de la técnica de su magnífica zurda, como en un pase para que que el extremo izquierdo del Stoke asistiera a Janko, muy poco después de que una jugada entre Harnik y el talentoso Junuzović abriera el marcador. Entonces el técnico suizo decidió que era el momento de darle a su mejor jugador la libertad de la que gozan los mejores de este deporte. Comenzó retrasando a Baumgartlinger y pasando a Alaba a la posición de interior que se descolgaba, con diagonales hacia la izquierda, donde se podía juntar con Arnautović y el ofensivo Fuchs en una banda izquierda muy utilizada, donde sufrían los locales, que acabó con los tres jugadores de esa zona sustituidos, aunque uno por lesión, y donde tal vez Büchel podría haber ayudado más.. Pero Koller es consciente de que, sobre todo en días así, a jugadores de esta dimensión es mejor no ponerle límites. El del Bayern fue soltándose cada vez más, hasta acabar con el inicio de la segunda parte recorriendo toda la zona de los mediapuntas. Porque David Alaba es ese jugador que lo mismo te inicia la jugada en el centro del campo que te tira un desmarque de ruptura, que te espera en el área un centro lateral, que llega a la frontal para soltar un disparo o para hacer un pase que genere un mano a mano, que te conduce el balón, que roba en el medio, que se mueve por cualquier parte del campo, que se te ofrece en campo propio en la posición de lateral derecho para empezar la jugada y la acaba en la frontal del área contraria para participar, en el 93', por cuarta vez en una jugada de gol. Y David Alaba te hace eso en un solo partido. El jugador que por lo que sonaba hace no mucho era por ser uno de los laterales izquierdos más prometedores del mundo. Ni importaba que hubiera fallado un penalti. Hay que tener en cuenta que esta vez ha sido contra una selección débil, pero David Alaba es, con 22 años, el líder de una de las mejores selecciones de lo que llevamos de clasficiación para la Eurocopa de Francia. El que en su club tiene a un entrenador con el que muchas veces es casi absurdo definir la formación de sus 11 jugadores acabó jugando en Vaduz sin posición porque actuaba casi en cualquiera.

 
Alaba también hubo más destacable alrededor de la figura del encuentro. Arnautović estuvo muy activo en la banda izquierda, generando problemas y centrando, en la segunda mitad fue yéndose más hacia dentro hasta desesperarse por la ausencia de acierto de cara a puerta hasta el descuento. Janko sumó gol y asistencia, importante para él tras haber perdido el puesto a final de año ante Okotie, que no pudo acudir a la concentración por lesión. Junuzović fue pasando más por el centro del campo según Alaba se iba hacia delante. Ya está establecida en el centro de la defensa la joven pareja que forman Dragović y Hinteregger. El primero fue ganando importancia tras la liberación de Alaba por ganar presencia en la salida de balón, que en varias ocasiones fue su desplazamiento de balón. El segundo estuvo bastante fino al salir rápido a anticipar. Los dos del Red Bull Salzburg, Sabitzer y Djuricin, salieron con ganas de unirse a la fiesta. Poco puso a prueba a Austria una selección claramente menor, que intentó desplegarse cuando tuvo oportunidad, intentándolo alguna vez por las bandas, con algún centro, incluso mandó un balón al palo, pero su producción ofensiva fue escasa. Esta vez ha sido Liechtenstein, pero no es la primera actuación de Austria que pide atención: lleva 4 victorias seguidas, imbatida en los 5 partidos de clasificación con sólo 2 goles en contra y lidera un grupo que se preveía de los más competidos. Un pequeño paso que había que dar de cara al gran objetivo, Francia 2016.

lunes, 16 de marzo de 2015

Vuelta a la rutina

El Paris Saint-Germain 2014/15 es como el típico estudiante que está desde el lunes esperando el fin de semana, lo que verdaderamente le estimula, lo que desea y concentra su energía. Entonces, luego vuelve al día a día, y o se lo toma como descanso para recuperarse de los días anteriores, o lo ve como algo que no necesita su máxima atención porque ya habrá tiempo de recuperar el perdido dejándolo todo para el final.

 Sistemas tácticos inciales

Este domingo Laurent Blanc volvía a la capital de Aquitania, donde consiguió unos logros sin los que, seguramente, no habría podido dirigir el gigantesco proyecto de la entidad parisina. Volvía tras el que ha sido su mayor éxito hasta la fecha en la competición que tiene ya Nasser Al-Khelaïfi como principal objetivo. En la eliminatoria contra el Chelsea, se vio por fin el potencial de un PSG que ha atraído muchas críticas en una temporada en la que sigue vivo en cuatro competiciones. Volvió la rutina y lo hizo ese PSG casi errático, perdido por tramos, superado en otros, sin querer o sin poder. Lo único que le hizo reducir la diferencia de rendimiento entre un equipo y otro fue un pequeño bajón de nivel en la segunda parte de un Girondins que mereció desde principio a fin salir victorioso. Porque también hay que destacar el mérito de los de Willy Sagnol. Formó con un rombo que tenía como mediocentro a Cédric Yamberé, que no destacó pero tampoco desentonó, jugando fácil y sin errores. Como interiores estaban el veterane Plašil y el ex del PSG Chantôme. Arriba, lo más desequilibrante y que más sobresalió. Khazri era el mediapunta que cerraba el rombo, con un muy móvil Diego Rolán formando pareja con el sueco Thelin. Estos tres superaron a un eje central atrás del PSG que lo pasó mal. Varias veces Diego Rolán se retrasaba unos metros, David Luiz, como puede prever cualquiera que lo ha visto un par de veces, salía de su posición para buscar el corte, pero detrás quedaba un Thiago Silva que lejos estuvo de sus mejores días como corrector y perdió varios duelos. Motta tampoco pudo ayudar lo suficiente para solucionar la superioridad por dentro de los locales, que pasaron prácticamente toda la primera parte en campo contrario. Los de Blanc no encontraban salida, la intensa presión de los de Sagnol se imponía y la calidad de Verratti y Rabiot apareció, el PSG no se estiró, no dio señales de cambiar el ritmo del partido. La movilidad de Rolán, Khazri y Thelin podría haber generado un resultado más abultado que el 1-0 de los primeros 45 minutos. Este problema del centro tal vez venga derivado de las bandas. Lavezzi y Pastore no seguían a los laterales, que pisaban bastante campo contrario, sobre todo Mariano, y los interiores fueron arrastrados en varias ocasiones a ocupar zonas exteriores. Y los laterales los acabó aprovechando en la segunda mitad el Girondins para marcar diferencias. Acababa de tener una clara el Bordeaux, y por la misma banda vuelven a llegar para el 2-1. En esta ocasión, más que las ausencia de los atacantes de banda -Pastore baja-, lo que se evidencia es que los rivales van a otro ritmo diferente, llegan a cada balón antes y con tiempo y espacio de sobra, síntome también de lo tocado que venía el físico de los parisinos tras los exigentes 120' de Londres. A pesar de que la intensidad del Girondins bajó en el segundo periodo, el PSG prácticamente no aumentó su caudal ofensivo. Sólo una ocasión más, con increíble intervención de Carrasso, además de los dos goles que llegaron casi de la nada: una imperdonable indecisión defensiva y un penalti. Esto, pese a todo lo visto, le daba un punto al PSG. Hasta otra llegada por la banda derecha, en la que baja el atacante y se suma a muchos jugadores en el área, pero acaba rematando solo a unos metros de la portería un contrario. Y fue Diego Rolán, recibiendo un premio merecidísimo. Estuvo muy activo el delantero urugayo, moviéndose por todo el frente de ataque, generando, y por fin encontró la precisión para la determinación que le faltó. Habrá que seguir el tramo final del de Montevideo, integrante de la buena generación subcampeona del mundo sub-20 en 2013, porque será importante para ver qué papel puede tener en la Copa América de verano, con la reciente retirada de Forlán y la sanción de Suárez, quedando Cavani como único delantero estrella. Ni la ofensiva final de Blanc con los cambios produjo un cambio en la práctica, la única consecuencia de dejar solos a Verratti y a Rabiot en el medio con cuatro atacantes por delante fue alguna llegada más por las bandas con más espacios incluso. Como negativo hay que incluir las lesiones de David Luiz y de Cabaye, que no aguantó más de un minuto sano sobre el césped del Jacques Chaban-Delmas.

 Disposición final del PSG

Por supuesto habrá que seguir el final de temporada tanto del PSG como de la Ligue 1 en general y ver la evolución de la decepcionante temporada liguera de los de la capital. De nuevo fue un día de complicada vuelta a la rutina, de un examen para el que el Paris Saint-Germain no encontró las respuesta, aunque cuesta saber si por el cansanció acumulado o porque no le vio que fuera suficientemente decisivo como para dar su mejor versión. Lo que es seguro es que el PSG de Blanc va a llegar a las últimas semanas del curso con la posibilidad de presentarse a los examenes finales de todas las asignaturas pudiendo optar a la máxima nota.