viernes, 26 de septiembre de 2014

Un problema normal

Hace menos de una semana podía ser líder en solitario, pero ahora está a 4 puntos de él con más pinchazos que victorias en lo que llevamos de Bundesliga. Varias son las causas pero un problema es el principal. Un problema que, un año más, vuelve a ser originado por las lesiones. Si hace dos años estas provocaron muchos dolores de cabeza a Klopp con la escasez de defensas, y el año pasado atacaron a todas las líneas y empezaron a dejar tocado el ataque posicional del Dortmund, este año lo han acabado dejando huérfano. Mediante la lesión de Gündoğan que todavía dura pero, salvo novedad, está por fin en su recta final. Además, se sumó la baja de Şahin. Esta zona ha sido la más afectada, porque también han estado fuera Kehl, Bender y Kirch, estando ahora mismo disponible sólo Sven.

No sólo es la zona de mediocentros e interiores la que deja al BVB sin claridad en el ataque posicional. El Borussia Dortmund acabó de presentarse al mundo entre 2011 y 2013, dos temporadas en las que logró un doblete, superando en la recta final de la Bundesliga y por 5-2 en la final de la DFB-Pokal al equipo que un año después conseguiría el triplete, y alcanzar por segunda vez en su historia una final de Copa de Europa. En ese período, el Dortmund tenía un eje central formado por Hummels, Gündoğan, Kagawa o Götze y Lewandowski. Por una u otra cosa, el BVB no ha tenido ninguno de esos jugadores en el inicio de este curso.


Volvió Hummels el miércoles y es posible que sea de la partida en el Revierderby. El Dortmund tiene centrales buenísimos, pero Hummels es una pieza clave. Hummels es el jugadores que inicia el juego desde atrás, capaz de batir líneas mediante pase o conducción, de darle el balón al mediocentros o al delantero con un preciso envío en largo. Y es ya el capitán, un líder en este equipo que aún no ha podido llevar el brazalete desde que fue nombrado primer capitán de un equipo en el que varias veces ha afirmado sentirse a gustísimo. Gündoğan tenía, cuando la espalda lo detuvo, pocos jugadores en su posición al mismo nivel. Pudiendo ser el primer receptor de la defensa o llegar él mismo al área contraria con una conducción tras algún regate. O simplemente servir de enlace entre defensas y mediapuntas. El mediapunta que se situaba en este carril central fue Kagawa primero y Götze tras la salida del japonés. Ambos jugadores que podían recibir entre líneas, con conducción y pases interior para Lewandowski, un delantero completísimo que lo mismo se desmarcaba para uno de esos pases que bajaba uno en largo y lo aguantaba para tocar de espaldas tras la llegada de sus compañeros o asistía para que marcara uno de ellos. Dos lesionados, dos fuera del equipo y uno recién llegado para su segunda etapa pero aún necesita tiempo para recuperar su mejor nivel. Ya hemos comentado qué falta para sustituir a Hummels y a Gündoğan, que el año pasado tenía a Şahin, que empezó necesitando minutos y acabó teniendo demasiados, pero sin él este año no tiene ni sustituto. Estas son las principales bajas para iniciar el juego. Luego, por delante, ni Kagawa a su nivel, ni Reus, ya ni Mkhitaryan, que es el jugador que más estaba ayudando utilizando su conducción tan vertical, ni Kuba... Y en punta sin Lewandowski todo iba a ser difícil. Puede que no se eche de menos su gol con Immobile y Adrián Ramos, pero se echa en falta mucho su juego de espaldas, su capacidad de asociación, de combinar con tanta precisión en carrera.

Estos problemas para salir desde atrás con el contrario esperando puede que sea lo que ha provocado la innovación en cuanto a sistemas de Klopp. Empezando por un 4-4-2 en rombo que funcionó para presión y contraatacar pero dejó dudas cuando era el rival el que presionaba en lo poco que lo utilizó Klopp.


Tal vez Klopp pretendía que, ante la ausencia de un especialista para lograr una salida limpia por dentro, escalonar a varios jugadores por el centro para lograr un mayor fluidez siendo más fácil llevar el balón al siguiente nivel. Tal vez lo hizo simplemente porque la mayoría de los jugadores disponibles dan su mejor versión jugando en una posición central. Lo cierto es que la novedosa formación tardó poco en dejar volver al clásico 4-2-3-1.

Pero para recibir al Stuttgart Klopp volvió a innovar con un 4-3-3 en árbol de navidad.

BVB ante el Stuttgart en fase defensiva

En fase defensiva se ve claramente definido cómo los jugadores a la altura del mediocentro (Bender), que serían los interiores en un típico 4-3-3, son los jugadores más exteriores (Jojić y Großkreutz). Por delante, los jugadores entre la línea de medios y el punta, Kagawa y Aubameyang, tienen una posición más centrada. Kagawa sí solía mantener esta posición más centrada, mientras que a Aubameyang se le vio caer más a banda, ambos por su propia naturaleza.

BVB teniendo que iniciar ante el Stuttgart

Aparecían problemas, un día más, a la hora de tener que sacar el balón desde atrás. Los jugadores más cercanos a Bender, un mediocentro más posicional y de labores defensivas, eran Großkreutz, un jugador de trabajo en banda, a la que cayó bastante, nada acostumbrado a tener que ayudar en la base, y Jojić, un jugador que parecía llegar para jugar en tres cuartos, pero que desde abril se estableció como interior por las numerosas bajas -y por méritos propios-, con trabajo, dinámico, llegador, pero no el más indicado para dar el primer pase. Por detrás del punta, Kagawa, que se pasó por el medio para intentar ayudar, pero el daño lo hace más cerca del área, y Aubameyang, extremo, segundo punta o delantero, rapidísimo, explosivo, casi un atleta, con gol. De hecho, no puedo dejar pasar la ocasión de decir que Aubameyang ha sido el jugador que por momentos ha tirado del BVB y la referencia, el jugador más importante, dando claramente un salto, con 6 goles y 2 asistencias en 8 partidos oficiales. Pero, en definitiva, todos jugadores con los que no es ninguna sorpresa que el Dortmund tenga problemas en estas circunstancias. Pero, ¿acaso no los tendría cualquier grande europeo si perdiera a sus equivalentes a estas bajas del Dortmund? Indudablemente.

A falta de Hummels, Subotić fue el jugador al que se le daba el balón una y otra vez para que recorriera los primeros metros y diera el primer pase, muchas veces a Piszczek.

Subotić para Piszczek una de tantas veces

Muchas veces llegó Subotić al centro del campo hasta ponerse a la altura de Bender para iniciar la jugada y permanecía ahí para que hubiera una opción de pase atrás.

Otro problema, como ya hemos comentado, es que el Dortmund no tiene en este momento especialistas para ayudar al mediocentro, así que este acababa teniendo a los compañeros que juegan por delante de él demasiado lejos.


La última captura refleja una circunstancia algo extrema en cuanto a la separación y no tan repetida, pero representativa de lo que llegó a ser en algún momento la tendencia de unos jugadores no acostumbrados a dar el primer pase, sino a recibirlo.

La plaga de lesiones es un enorme handicap. Es difícil compararlo buscando lo equivalente en otros equipos, pero para ponerlo en perspectiva vamos a compararlo con lo que sería en otros grandes europeos. ¿Se debilitaría el Bayern si le faltaran, por intentar hacer una aproximación, Boateng o Dante, Alaba, Xabi, Thiago, Rode, Højbjerg, Robben, Müller, Shaqiri y algún jugador secundario? ¿O el Real Madrid si tuviera de baja a Ramos, Marcelo, Kroos, Modrić, Illarramendi, Isco, James, Cristiano y uno o dos secundarios más? O el Chelsea sin Cahill, Azpilicueta, Fàbregas, Obi Mikel, Ramires, Hazard, Oscar y Schürrle. O Godín, Siqueira, Mario Suárez, Gabi, Saúl, Arda Turan, Raúl García, Griezmann en el equipo del Cholo. O Kompany, Clichy, Yaya Touré, Fernandinho, Lampard, Milner, Silva, Agüero y Scott Sinclair en el Etihad. O Piqué -siendo un líder en defensa-, Jordi Alba, Rakitić, Iniesta, Xavi, Mascherano, Messi, Rafinha y Pedro en uno de los favoritos a todo esta campaña. Entre posición e importancia podemos hacernos una idea de lo que serían algunos grandes de Europa con las circunstancias a las que tiene que hacer frente el BVB. Con algún equipo me he tenido que frenar porque se quedaba sin plantilla, y otros, aun frenándome, no tendrían ni sustitutos, lo que habla muy bien de la mejora del Dortmund en la profundidad de plantilla.

Por supuesto que un entrenador tiene que intentar sobreponerse a cualquier obstáculo, pero también hay que ser realistas y reconocer que en circunstancias así es imposible, o casi, encontrar soluciones para cualquier registro. Con casi 10 lesionados, varios de ellos importantes y tres de los cuales los mejores jugadores del equipo si están a su nivel, se puede pedir competir, ganar, más contra equipos inferiores, pero que se puede emplear cualquier forma bien me parece ya excesivo, hay que entender las limitaciones. Y en el partido que se avecina, el Revierderby, lo que menos importa es cómo, lo único que vale es ganar.

martes, 2 de septiembre de 2014

El OM de Bielsa va cogiendo la forma

Un punto en los primeros dos partidos frente a los 6 posibles siguientes. Tres goles a favor y cinco recibidos en las dos primeras fechas, mientras que en las dos últimas ha mantenido la portería a cero y ha visto puerta 5 veces. En los resultados ya se ve una clara diferencia entre el inicio de Ligue 1 del Olympique de Marseille y sus últimos pasos. Pero la mejoría va más allá, también se ha plasmado sobre el césped. No suelen ser sencillos los comienzos cuando llega un entrenador nuevo. Si, además, ese entrenador es Marcelo Bielsa, no es que lo favorezca. En el Athletic, no logró su primera victoria hasta la séptima jornada, antes de ella sólo había sumado 2 puntos de 18 posibles. También es cierto que aunque llegó a dos finales, en ambas temporadas en Bilbao acabó en mitad de tabla. No es fácil asumir y aplicar las ideas de un entrenador tan peculiar como Bielsa, es normal que lleve su tiempo. También se sumaron rumores sobre el descontento de Bielsa sobre el trabajo del club en el mercado de fichajes

En el inicio, lo más preocupante fue la debilidad que mostraba el equipo en la parte de atrás. Bielsa pronto estableció un nuevo sitema, el 3-3-3-1, con tres jugadores como teóricos centrales en los que rara vez alguno es, precisamente, un central. Romao, N'Koulou -el único central- y Morel son los que la han formado en los partidos oficiales, con sólo los primeros 45' de liga para Sparagna y la segunda mitad de esa primera jornada para un Lucas Mendes que ya se marchó a Catar. La segunda línea de tres de esta formación está compuesta por un mediocentro, Imbula, y dos carrileros, Dja Djédjé y Mendy. Por delante, tres jugadores de tres cuartos y un delantero. Bielsa ha utilizado este sistema en Bastia y en Guingamp, en la primera y en la tercera jornada respectívamente, cuando el equipo rival tenía dos atacantes por dentro, dos puntas o un punta con un segundo punta. También en el último partido contra el OGC Nice con el partido ya avanzado en la segunda parte, cuando Claude Puel pasó a jugar con dos delanteros. Contra un único delantero Bielsa ha optado por utilizar el 4-2-3-1.

3-3-3-1 del Olympique de Marseille

Las ya comentadas facilidades defensivas fueron en principal lastre del inicio de los de Bielsa. Fallos individuales, demasiados espacios atrás. Aunque estos problemas se evidenciaron también en la segunda jornada con 4-2-3-1. Y en la tercera, de nuevo con el 3-3-3-1, el OM ya se mostró más serio y concedió bastante menos. Tal vez el principal defecto de este sistema ha sido lo perjudicado que ha salido Imbula. Sin un mediocentro acompañándole, está demasiado sólo en el centro del campo, los contrarios lo aislan y cuando el Marseille sale desde atrás a los centrales les cuesta encontrar líneas de pase por dentro. Ahí el francés no parece cómodo.

El pasado viernes hizo el Olympique Marseille su partido más completo, en el renovado Vélodrome que dos semanas antes no estrenó de la mejor manera. Bielsa recuperó el 4-2-3-1. Es Romao el que cambia su posición para adelantarla hasta el mediocentro, donde acompaña a Imbula, y N'Koulou y Morel se quedan en el centro de la defensa. En la línea por detrás del punta, Thauvin ha sido el único que ha sido de la partida en los cuatro encuentros. Alessandrini -tititular en los dos primeros-, Ayew y Payet se han repertido los dos huecos restantes, siendo el ghanés y el ex del Lille los que formaron en la alineación que ha repetido por primera vez el técnico rosarino en los dos últimos fines de semana. Barrada, prácticamente un recién llegado, también va entrando ya en el equipo. André-Pierre Gignac mantiene su puesto de delantero centro a pesar de la llegada de Michy Batshuayi, que no llega ni a 90 minutos aunque siempre ha salido desde el banquillo.

Disposición del OM contra el OGC Nice

El OM-Nice mostró al Marseille de Bielsa más hecho hasta ahora, el que transmitió más sensación de control, el más equilibrado, el que mejor hizo las cosas. Empezando por la línea defensiva, que confirmó las impresión de mayor orden que dio en el Stade du Roudourou. Sin ser perfecta, ya no parece la defensa tan frágil y con tantos espacios para que el contrario combine a placer. Dos jugadores que notan el cambio de sistema son los dos laterales, que estuvieron más comedidos a la hora de incorporarse, menos de lo normal lo hizo Mendy esta vez y algo más Dja Djédjé.

                              3-3-3-1: Mendy y Dja Djédjé vs Bastia         Mendy y Dja Djédjé vs Guingamp

                      4-2-3-1: Mendy y Dja Djédjé vs Montpellier     Mendy y Dja Djé Djé vs Nice

Con los mapas de calor podemos observar que, como es normal, cambia su comportamiento, se reduce su campo de acturación. Sobre todo en este último contra el Nice los laterales aguantaron más su posición atrás, y Mendy redujo su presencia atacante más que nunca. Salieron beneficiados los defensa en la salida, no estaba solo Imbula por delante, tenían más opciones de pase, no se veía tan limitada la salida al exterior. Giannelli Imbula necesita un mediocentro a su lado para poder rendir al máximo. Ya estuvo bastante bien ante el Montpellier y volvió a demostrar que agradece tener un compañero en el centro del campo que lo libere para que saque su dinamismo, su verticalidad. Probablemente fue el día en el que mejor funcionaron. Florian Thauvin llegaba tras encuentros en los que estaba activo, participaba, encaraba, centraba... pero acababa eligiendo mal o simplemente fallando la finalización de su acción, pero en este consiguió su primer mejor y dio su segunda asistencia en la temporada. Sin embargo, aún tiene mucho margen de mejora uno de los jugadores con más potencial. Con Thauvin más pegado a su banda, Ayew y Payet permutaban más y mientras que el francés a veces caía a la banda, el ghanés se iba hacia posiciones más interiores. Gignac, que iba entrando poco en el juego, parece que ya va participando más. Otro aspecto colectivo a destacar del último compromiso del OM es la presión que se vio sin balón cuando robaba el Nice, en campo propio y en campo contrario, que provocó varias recuperaciones de balón. También asoman desde el banquillo nuevas caras como Barrada, que se estrenó como goleador, Batshuayi, que va a seguir con minutos desde el banquillo y siempre con esa opción de presionar a Gignac, o Alessandrini, que en su comienzo en el club ha dejado pocas cosas destacables. Y llega Dória, un central, que era necesario y debería tardar poco en acompañar a N'Koulou. Con muchísimo potencial, capitán de la selección brasileña sub-21 y que promete dar mucho que hablar.

Son todavía los primeros pasos del Olympique de Marseille de Marcelo Bielsa, pero el equipo ya parece darlos en firme y dar motivos para la confianza y la ilusión a la ciudad sureña de Francia que bañan las aguas del Mediterráneo. Aunque con el PSG uno o dos escalones por encima del resto, con un Monaco muy tocado y un OM que parece salir reforzado del mercado, las posibilidades son de clasificarse para la Champions incluso de manera directa, lo que sería un gran resultado tras no conseguir ni plaza de Europa League. En cualquier caso, aun queda mucho, tiene que seguir a más y confirmando lo visto. Bien lo sabrá Bielsa, al que en los partidos no se le ve sonreír más que cuando estrecha la mano del entrenador rival. Luego se va a su área técnica y se sienta en una nevera. O camina. Camina mucho. Da vueltas, gesticula, da órdenes, probablemente no en francés, pero como si convencido de que le entienden. Aunque para eso ya tiene a los ayudantes. No es extraño ver hasta cuatro rondando por el área técnica dirigiéndose a los jugadores.Y es que seguramente mientras yo escribo esto o mientras tú lo lees, Marcelo Bielsa está, probablemente en las instalaciones del OM, sin desperdiciar ni un segundo, pensando y trabajando para no dejar nada mínimamente descuidado.