domingo, 25 de enero de 2015

Pogba, por encima de todos

He visto poco a la Juve esta temporada. He visto poco a los del norte de Italia esta temporada teniendo en cuenta lo que me habría gustado haberlo hecho, que han sido uno de los tres o cuatro equipos que más había visto en las anteriores dos o tres temporadas y que juega uno de los futbolistas con los que más disfruto en la actualidad. Cuando se encuentra en el once, ver a Paul Pogba es siempre uno de los alicientes del encuentro. Tanto por su potencial y cualidades como por seguir cómo va evolucionando. Y está en un momento en el que disfruta tanto o más que los que lo vemos. Paul Pogba es un interior de 21 años que decide partidos del campeón y líder de la Serie A. Este domingo lo ha vuelto a hacer.

Ya había dejado destellos de los de cada semana. Se cumplía la hora de partido, la Juve era superior pero no era capaz de tumbar al penúltimo de la tabla y Bizzarri sólo había tenido que intervenir en tres disparos. Entonces Pogba apareció cerca de la frontal, algo habitual, y como tenía un contrario delante, arrastró el balón con el interior de su pie derecho para crearse la opción de disparo con su pierna izquierda y soltar un latigazo imparable. Con eso se iba ya a 8 goles en 24 partidos de Serie A, Coppa y competición europea, quedándose a 1 de su mejor registro, el de la temporada pasada, con 26 partidos menos. Un centrocampista que volvía a desequilibrar un partido, y ya van 4 seguidos en los que anota. Él mismo reconocía la mejoría en este aspecto: ‘‘Este año soy más atrevido, estoy teniendo la suerte de poder disparar más a puerta y de que el balón entre’’. Su destacable tarde no terminaría ahí. 13 minutos después volvía a plantarse cerca del área, abría a la izquierda y seguiría corriendo para esperar el centro, bajar el balón con la punta de la bota con una clase sensacional y armar la pierna antes de que la pelota pudiera tocar el césped. Esta vez Bizzarri se interpuso entre Pogba y el gol, pero Lichtsteiner puso el 0-2 en el rebote para no dejar en infructuosa la brillante acción del francés. Pogba completaría su actuación con más detalles y regates de grandísima técnica y conducciones con ese trote tan característico suyo que le hace parecer estar por encima de cualquier situación. Y es que ahora que juega con los mayores, en ocasiones aún recuerda esa superioridad que marcaba en los torneos de selecciones inferiores en los que muchos lo conocimos, donde parecía ser un adulto jugando con alevines y cadetes. Pero ya no está ahí. Pogba ya es élite.
 
  
‘‘Paul marcó un gol extraordinario y bajó brillantemente el balón para el segundo. Algunas jugadas serían imposibles para otros jugadores. Es un chico inteligente y equilibrado que quiere mejorar. Es algo que muestra en cada partido y en cada entrenamiento’’. En su técnico quedaban reflejados los muchos halagos que volvió a recibir una de sus estrellas. Paul Pogba es sin duda uno de los estandartes de su generación, pero ya está dejando atrás la etiqueta ''uno de los mejores jóvenes'' para colocarse la de ''uno de los mejores del mundo'', a pesar de que es una joya que queda por pulir. Muchos le atribuyeron la imagen de futbolista joven díscolo, problemático por su carácter incontrolable que se empezó a difundir cuando salió a escensa, la mayoría de ellos seguramente sin haberlo visto jugar nunca. Aunque algunos siguen aprovechando cuando ocurre algo del estilo, apenas ha habido episodios así desde que se estableció en el primer nivel, menos si consideramos que llegó a él con 19 años, edad para poder madurar mucho aún. Más importantes son otros aspectos para mejorar, principalmente las decisiones con balón, elegir qué es lo más conveniente y no lo que le pide el cuerpo. Porque a Pogba el cuerpo le pide muchas cosas, le pide lo máximo por su enorme potencial y numerosísimas cualidades, por lo que si consigue sacarles el mejor rendimiento, limitaciones no sabemos si le quedarán.