sábado, 4 de octubre de 2014

La reaparición que decidió

Se lesionó en marzo, se perdió una Copa del Mundo en la que podía ser importante con una selección con muchas expectativas y no había vuelto a tener opciones de ayudar a un equipo del que era una pieza imprescindible. Este sábado volvía Christian Benteke y su pública lo recibía con una ovación. Pero al final la vuelta que marcó el partido fue la de un brasileño que nunca recibió la valoración que merece.

La segunda parte estaba más que entretenida para el espectador neutral. En los primeros tres minutos, Agüero mandó una al palo, Richardson casi marca en la contra, Guzan hizo una parada y Fernandinho estuvo cerca del larguero con un disparo lejano. La tónica del partido fue la misma en los minutos posteriores. El Manchester City con numerosas llegadas y ocasiones desperdiciadas, mientras que el Aston Villa encontraba espacios a la contra para correr y explotar la espalda de los centrocampistas centrales del Manchester City  para responder con ocasiones acercándose al gol. N'Zogbia lo aprovechó bastante con conducciones desde la derecha hacia dentro. 


Entonces llegó el minuto 64 y el partido cambió totalmente con la reaparición de Fernando. Pellegrini hizo un cambio clásico de Mancini que tantas veces se le criticó pero que tantos puntos le dió, quitar a uno de los dos puntas para dar entrada a un mediocentro y cambiar al 4-2-3-1. El principal objetivo de ese cambio para Roberto solía ser adelantar a Yaya Touré sin debilitar el centro del campo para aprovechar la llegada del marfileño y su capacidad de decidir sobre todo con sus goles. El cambio de Pellegrini no tenía tanto esta finalidad, pues el mediapunta pasó a ser Frank Lampard -que anteriormente tuvo que sustituir al lesionado Fernandinho-, del que también se puede aprovechar su llegada y su gol, como ha demostrado durante casi dos décadas y en las dos últimas semanas en su nuevo equipo. Pero es que también pretendía blindar al equipo ante las contras y ataques verticales del Aston Villa que tanto daño estaban haciendo a los espacios que dejaban.


Y así fue. La entrada de Fernando recuperó para el Manchester City el control que había perdido, le hizo establecerse en campo contrario con el balón y no volver a sufrir contragolpes rivales. Al final volvió a decidir Touré, que lo necesitaba tras un flojo inicio de camapaña. Y también marcó Agüero, que había estado muchos menos acertado de cara a puerta de lo que es habitual. Fernando le volvió a dar a los Sky Blues el equilibrió que vino a aportar ante la falta de un mediocentro posicional de primer nivel y las desventajas de jugar con dos interiores de élite, llegadores, con físico y técnica pero sin ser jugadores para guardar la posición. Durante su ausencia, el conjunto de Pellegrini sólo ganó uno de los seis partidos de Premier y Champions -incluyendo en el que se fue lesionado en la primera parte con 0-0 y acabó perdiendo el Manchester City-. En su vuelta, el mediocentro ya dejó constancia de su importancia, y seguirá teniendo partidos para demostrar su nivel que no llegó a recibir el reconocimiento merecido durante su estancia en Oporto.

Mapas de calor del Aston Villa en las dos partes de la segunda mitad. 
A la izquierda, los 19' sin Fernando. A la derecha, los 30' con Fernando.