domingo, 5 de abril de 2015

We are Cabo

Lejos del foco mediático, del fútbol de élite mundial, de los jugadores que movilizan naciones delante del televisor y de los traspasos millonarios, donde a los futbolistas se les pregunta por su equipo favorito porque es evidente que no nacieron para jugar por el que representan, el Cabinteely F.C. inicia una nueva aventura en un terreno desconocido. Es el nuevo participante de la First Division irlandesa. Apodado Cabo y queriendo descubrir y descubrirse junto con aficionados y cantera.


Para entender el significado del salto del Cabinteely, en primer lugar debemos conocer cómo está estructurado el fútbol de clubes en la República de Irlanda. El sistema de ligas irlandés se compone de dos divisiones: la primera categoría, la Premier Division, en la que participan 12 equipos, y la First Division, de 8 equipos, con una plaza de ascenso directo, dos de promoción y sin descensos. Fuera de este sistema y sin posibilidad de ascensos a las dos divisiones de la Liga irlandesa de fútbol, el mayor nivel son las ligas de provincia que hay en tres de las cuatro provincias históricas de Irlanda, Leinster Senior League, Munster Senior League -todos los equipos son de Cork- y Ulster Senior League. Aunque en el Úlster, que consta de nueve condados y seis de ellos forman Irlanda del Norte, sólo participan equipos del condado de Donegal, uno de los tres que pertenece a la República de Irlanda. La otra provincia, Connacht, al oeste de la isla, no tiene liga a este nivel. Estos equipos tienen la posibilidad de competir contra los de la Premier Division y la First Division en la FAI Cup, a la que pueden acceder alcanzando los cuartos de la FAI Intermediate Cup o las semifinales de la FAI Junior Cup. Por debajo y sin posibilidad de acceso a las ligas de provincia, en muchos de los 32 condados en los que se divide la República de Irlanda, se encuentran las ligas locales, fútbol amateur en cuatro divisiones más una juvenil.

La Asociación de Fútbol de Irlanda (FAI) concedió en enero la licencia para que el Cabinteely F.C. pudiera competir en la First Division, ocupando el hueco que dejaba el segundo equipo del Shamrock Rovers, el último que ha dejado la First Division, en la que sólo ha estado una temporada. El Tralee Dynamos fue el último equipo no perteneciente a la Liga irlandesa de fútbol que solicitó una licencia para participar, lo hizo para la edición de 2012 de la First Division, pero le fue denegada. Ya que de lo contrario habría quedado una competición de siete equipos, sí lo ha conseguido el Cabo, a pesar de su proximidad al UCS y al Bray Wanderers, también en la parte sureste de la capital. El salto ha sido desde el fútbol amateur en el que había participado hasta ahora en ligas locales, tras dejar hace dos años la Leinster Senior League. La llegada del equipo no se ha visto libre de críticas, alegando sobre todo que sea otro equipo de Dublín el que llega a la liga mientras otras zonas del país no están represtadas y también que es un club que históricamente no ha hecho méritos en el fútbol competitivo para tener esta oportunidad que ha conseguido en los despachos, aunque esto tiene que ver con que el sistema de la FAI no contiene ascensos para entrar en ese grupo de 20 equipos que forman el primer nivel.

  
La importancia que el club da a sus categorías inferiores se percibe desde el primer momento en el que se accede a su página web de moderno diseño con los colores del club, que te recibe con la opción de visitar la dedicada al primer equipo o la dedicada al fútbol base, tan completa o más que la de la plantilla recién incoporada a la segunda categoría del fútbol irlandés. Los chicos que empiezan en equipos escolares son la esencia de este club y el nuevo proyecto no los eclipsa, siguen siendo parte indispensable del club, esto sólo les beneficia. Con la misma intensidad se puede apreciar el empeño del club en remarcar ese carácter de equipo de barrio, de club de la gente, que se debe a sus aficionados, que compite por ellos y que quiere sentirlos igual de comprometidos en esa unión para seguir progresando juntos. Vídeos en forma de previas, las mejores jugadas de los partidos, enlaces a cuentas en redes sociales, un contador para el próximo partido, una sección dedicada a los aficionados... La página está cuidada, no se presenta como la típica de un club de fútbol, es atractiva, un medio que quieren utilizar para captar público.

No es un recién nacido. Su historia alcanza más de 70 años, cuando ya consiguió una victoria en una copa escolar que tuvo unos 6.000 asistentes a su final. El club actual se formó en 1967 y hasta hace menos de una década no era conocido como Cabinteely F.C. Ha llegado a ser el club con mayor número de jugadores en el país, cerca de los 1.000, con 55 equipos que van desde escolares de niños y niñas de 8 años, pasando por uno femenino, hasta la primera plantilla que compite ya en la First Division. Ahora estos muchos chicos que tiene el Cabo en el club, que comienzan en los equipos escolares, podrán ver que tienen por delante un camino para recorrer al que ahora se les añade un destino que es el fútbol más competitivo del país. Una opción que no tuvieron otros grupos de jugadores entre los que se encontraba Peter Farrell, goleador con la selección de la República de Irlanda en la primera derrota de la historia de Inglaterra como local ante un equipo extranjero, antes del famosísimo 6-3 de Hungría. También dio sus primeros pasos Andy Keogh, 30 veces internacional  y exjugador de la Premier League. O Stephanie Roche, nominada al Premio Puskas e internacional con la selección femenina de la República de Irlanda. Orgulloso de representar a su barrio con el que comparte nombre, es el primer equipo de Dún Laoghaire, una ciudad suburbuna costera al sur del centro de la capital, que alcanza estas cotas futbolísticas. Ya recibe a sus rivales en Stradbrook Road, que es el campo con menos capacidad de las dos divisiones, con un máximo de poco más de 1.000 asistentes en cada partido, el campo de un equipo de rugby, el Blackrock College RFC. Aunque la liga de fútbol no se juega en una época de alta actividad de rugby, sí que se solaparán en algunos momentos la competición de ambos equipos, pero no ha sido un impedimento para llegar a un acuerdo que logra una ayuda muy importante en este gran paso de la organización. Es un campo que transmite esa sensación de fútbol de barrio incluso sin necesidad de haberlo comprobado estando presente. Con las bandas repletas de gente de pie a unos metros de los jugadores. Aunque con peculiaridades, como un espectáculo de llamaradas expulsadas por algún tipo de máquinas mientras un gaitero guía a los jugadores en su salida al césped.


El querido en el St Patrick's Eddie Gormley dirige la plantilla del primer equipo, que está compuesta casi en su totalidad por jóvenes irlandeses, sobre todo de la capital, y la completan un italiano, un congoleño, un estadounidense y un nuevo ídolo nigeriano que tuvo como primer equipo uno de fútbol gaélico. El capitán es un lateral izquierdo de tan sólo 21 años. Entre todos destaca en estas primeras semanas John McKeown, integrante en 2013 de la plantilla del Dundalk subcampeón un año antes de ganar la liga, que ha sido el autor de los dos únicos goles hasta ahora, que han dado 6 puntos. Y es que aunque dos palos en el último partido le llevaron a una derrota, tenían opción de colocarse en posición de playoff de ascenso porque el equipo ha empezado con buen pie su andadura en la segunda división del fútbol irlandés. Hasta eso, dos victorias, ambas en casa, y dos derrotas, en campo del actual líder y como local, en su segundo derbi dublinés oficial ante el Shelbourne. Segundo derbi oficial porque el primero fue un amistoso en el que cayó 6-0 en campo del St Patrick's de la Premier Division y porque el primero oficial fue una victoria en el 93' en UCD Bowl, en un derbi del sur de Dublín en la primera ronda de la Copa de la Liga, lo que le ha dado la oportunidad de recibir al gigante irlandés y vecino Shamrock Rovers. Sí, el club más laureado del país, con el récord en títulos de primera división (17) y de FAI Cup (24), con 114 años de historia, el primer irlandés que jugó en Europa y el primero en jugar una fase de grupos de Europa League, visitará al nuevo miembro del fútbol de élite en la capital, en un campo en el que lleva jugando unas pocas semanas, justo un mes después de debutar en segunda división. El equipo grande del país visitando a un equipo pequeño de un barrio de su ciudad, el equipo más humilde de las dos ligas irlandesas, el que todavía busca darse a conocer porque hace escasos meses era uno más de los cientos de equipos amateur de ligas locales en uno de los países de menor nivel futbolístico del continente. La eliminatoria está despertando mucha expectación, llevando a una de las prioridades: las entradas van camino de agotarse. Va a ser una magnífica oportunidad para lo que quiere el club, para que se una la gente de la zona, despertar su ilusión, hacer de club y afición una unión total en esta progresión que acaba de empezar y con las ganas de disfrutarla de los que se sienten unos privilegiados. Y hasta ahora lo están consiguiendo porque doblan la media de asistencia de la categoría. Conscientes de lo que son, con paciencia y la ilusión de comprobar si este paso es positivo y les permite seguir evolucionando y benificando a su cantera, lo que ha sido y es este club.