domingo, 22 de septiembre de 2013

Un romano en el derbi y un bresciani solo en Milan

Se anunciaba esta semana: Francesco Totti, romano y romanista, que llegó a la Roma en 1989 y debutó con el primer equipo en 1993, renovaba hasta 2016, una semana antes de cumplir los 37 y unos días antes del derbi romano, en el que sería protagonista. No muy lejos de los 40, pero Totti no piensa en su retirada, porque no tiene por qué hacerlo. Empezó la temporada pasada a un fantástico nivel con la llegada de Zeman. Cerca de la banda izquierda en el indiscutible 4-3-3 del checo, pero con clara libertad y siendo un jugador clave con un magnífico nivel. Y siguen sin hacerle mucho daño los años a Totti. Esta temporada, Rudi García le ha colocado como el más centrado de la línea de tres atacantes, el más adelantado sin ser una referencia. Fue el mejor del derbi en esa posición.

Primera parte bastante pobre de ambos, con la Roma algo más decepcionante. De hecho, Totti fue el que más se hizo notar. Bajando a recibir para entrar en juego porque la Roma no tenía profundidad y no llegaba arriba, haciéndolo con el pecho, de tacón, buscando desmarques en profundidad, pero algo desacertado. Una falta lanzada por él hacia el segundo palo que cabecea mal Gervinho fue la única de los locales. La segunda ya fue otra cosa. Entró Ljajić y la Roma mejoró notablemente, no sólo por la entrada del ex de la Fiore, que estuvo bien. Nada más empezar ya había recibido una falta al tocar el primer balón Totti. La Roma se vino arriba liderada por su capitán. Totti caía a la derecha y metía balones al área. Le puso el primero a Balzaretti cuando parecía que iba para nadie y el lateral la estrelló en el palo. Se repite en la siguiente con Totti picándola al segundo palo para el gol de Balzaretti. Explosión de júbilo en el Olímpico seguida de las lágrimas de Federico Balzaretti. Es el Derbi della Capitale. Y ya Totti siguió a lo suyo, recibiendo, pasando, corriendo, aguantando, pausando, asistiendo, provocando una expulsión al irse por velocidad, parando en seco para controlar balones que caían del cielo. Francesco estaba por todas partes e inspiradísimo, metiéndole al partido el ritmo justo. Asociándose de maravilla con Ljajić. La Roma seguía mandando y superando a la Lazio. Por si faltaba más romanismo protagonista, De Rossi le quitaba el balón de la bota a Ederson cuando armaba la pierna para empatar el partido. Totti iba a dejar el partido sustituido en el 91', una gran actuación, cuando hacía falta para volver a ganar un derbi a la Lazio, algo que ya echaban de menos los giallorossi, aunque le faltó el gol. Y no tuvo la oportunidad de redondear y poder tirar el penalti que Ljajić provocó y transformó en el 94'. La Roma vuelve a mandar en la capital, con la prometedora llegada de Rudi García, siendo líderes de la Serie A y con un Totti que tiene todavía, al menos, 3 años de derbis por delante.


Ese era el primer partidazo del día en la península. Por si a alguien no le era suficiente, se cerraba la jornada con el Milan-Napoli. Llegaban los de Benítez con pleno de victorias -al igual que la Roma- y tras ganas al subcampeón de Europa. Potentísimo inicio del Napoli, yendo muy arriba a ahogar al Milan, su salida, a robar rápido y generar peligro. Tuvo más de una y en una falta lanzada por Callejón, Albiol tocó primeroy luego Miguel Britos. 0-1 muy tempranero. Pero el Napoli bajó. El Milan se hizo con la inciativa, tuvo posesiones más largas y también efectivas. Con un protagonista claro: Mario Balotelli. El control del Milan vino acompañado, como no podía ser de otra manera, de sus constantes apariciones. Un tiro desde fuera, una falta algo desviada y otro desde dentro del área en poco tiempo. Era el más participativo en ataque pero tras un golpe tenía que abandonar el campo y se ponía en duda su continuidad. Sería el golpe definitivo para un Milan muy tocado por las bajas. Y aunque volvió al campo, algo tocado se fue al vestuario.

Llegó la segunda parte y Mario no se iba a quedar sin pisar el césped. También tardó poco el Napoli en anotar en esta mitad, lo hizo Higuaín. Pero, como del romano, lo mejor del bresciani iba a llegar en la segunda parte. Poco tardó en echarse al equipo a la espalda y empezar a tirar. Provocó él mismo un penalti. Y en esto Balotelli es un seguro. Llevaba 25 de 25 en su carrera. Y aquí llegó la sorpresa. No es el que mejor ha tirado pero tampoco fue mal. Lo paró Reina y frenaba una racha impresionante. No iba a parar esto a Mario. Y fue casi un Balotelli-Napoli. Entrando en juego continuamente, buscando el disparo desde distintas posiciones, metiendo balones al área, corriendo, metidísimo en el partido y decidido a darle la vuelta al partido. Se volvió a pedir un penalti sobre el italiano. Pero fue demasiado, no llegó hasta el descuento un genial gol de Balotelli disparando desde fuera. Entre el palo, un gran Reina -el mejor de su equipo- y el poco acierto del mismo Balotelli, perdió el Milan pero con algo más de acierto, lo podría haber ganado solo Balotelli. Pero ya tras 1-2 no volvió a crear peligro el conjunto local. Balotelli no se iba a ir sin dejar un detalle negativo y con el partido ya finalizado recibió la segunda amarilla por protestar. Aún así, el Milan hoy fue Balotelli + 10 y estuvo cerca de valerle para ganarlo. Protagonismo de pasado, presente y futuro italiano hoy en los dos grandes partidos, con suerte dispar, pero ambos con mucho todavía que dar.


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